El bebedor de absenta, pintura de Viktor Oliva. |
Genio y figura hasta la sepultura. Hijo de tigre, pintito. El que nace para maceta no sale del corredor. Árbol que nace torcido, jamás su tronco endereza. ¿Qué tienen en común estos refranes? Tienen un común denominador: la personalidad del ser humano siempre estará presente a lo largo de su existencia. No en balde nuestros ancestros recopilaron siglos de sabiduría en pequeñas oraciones postuladas como aforismos para designar las experiencias que da el paso por esta tierra.
El ser humano está constituido bajo una “estructura de personalidad” que se entiende como aquello que nos constituye, que nos hace “ser” en relación a nosotros mismos y al mundo, una manera de ser y estar en el mundo. Desde la lectura del psicoanálisis existen tres estructuras básicas: neurosis, psicosis y en medio de ellas la perversión.
¿Cómo se estructura el sujeto? ¿en base a qué experiencias el sujeto se estructurará? ¿de qué depende que un sujeto sea perverso, psicótico o neurótico?
La personalidad del ser humano se estructura en base a las primeras experiencias vividas en la más tierna infancia; experiencias de amorRelación dual que se basa en un intercambio emotivo de diversa intensidad y duración, originado en la necesidad fisiol... pero también experiencias de muerte. Experiencias de amorRelación dual que se basa en un intercambio emotivo de diversa intensidad y duración, originado en la necesidad fisiol... como el apego, el cariño, afecto, y la posterior separación-individuación. Experiencias de muerte manifestadas a través del rechazo, el descuido, la falta de reconocimiento, la destrucción, aniquilación, el niño como prolongación de su madre, etc. Y todo esto en conjunto es lo que va a estructurar al ser humano, esas primeras vivencias quedarán troqueladas en lo más recóndito de su inconsciente y desde allí fraguará su existencia.
Las experiencias en la primera infancia y cómo se hayan éstas percibido van a quedar de alguna manera “fijadas” en la psique del infante, sobre todo las experiencias vividas como excesos: exceso de frustraciónSituación externa o interna que no permite alcanzar satisfacción o lograr un fin. El término lo introdujo S. Freud qu... y exceso de satisfacción. AmorRelación dual que se basa en un intercambio emotivo de diversa intensidad y duración, originado en la necesidad fisiol... y abandonoInseguridad afectiva de fondo, relacionada con experiencias precoces de deprivación (v. privación) que se remontan a l.... La falla que se instaura tendrá mucho que ver en esa estructura psíquica que se forma.
Todo se juega en el primer año de vida. ¿Cómo es que una persona tiene un “quiebre psicótico” y anda por la vida ensimismado en su propia realidad, en un solipsismo a perpetuidad? La persona que está estructurada bajo el designio de la psicosis (esquizofreniaTérmino psiquiátrico que acuñó E. Bleuler para designar una clase de psicosis endógenas funcionales, de curso lento..., paranoia y bipolaridad) lo es por lo que vivió en ese primer año de vida, cuando su “Yo” se estaba formando, no hubo algún referente, hubo en cambioTransformación de un individuo interpretada como proceso de autorrealización o como resultado de la tendencia a la mut... una madre psicotóxica, ajena a su función de madre, enajenada con otros menesteres, abandonando al infante a su propia suerte; no hubo una madre que catectizara al infante (llenarlo de amorRelación dual que se basa en un intercambio emotivo de diversa intensidad y duración, originado en la necesidad fisiol...) y por lo tanto el “Yo” no logró estructurarse. Un Yo débil que a la postre, ante algún evento traumático regresará al allá y el entonces y al no haber la estructura básica necesaria tendrá el quiebre psicótico. De adulto tenderá a la psicosis ante un medio adverso y una estructura que ya trae desde la infancia.
En el neurótico opera otra cosa, el neurótico (fóbico o histérico u obsesivo) libró ese primer año; su “yo” logró estructurarse a través de introyecciones, pasa a un segundo momento, a una segunda estructura, la estructura neurótica en donde su yo estará en constante conflicto con la realidad, con las demandas del ElloPronombre personal neutro de tercera persona que en alemán se utiliza como sujeto de verbos impersonales, y que S. Freu... y con las exigencias del Superyó. Como se dice coloquialmente en las aulas de la Facultad de Psicología: “Todos somos neuróticos gracias a Freud”.
La característica principal del neurótico es ese constante conflicto con la realidad; realidad que le frustra, realidad con la que siempre está en constante conflicto. El neurótico por un lado está bajo las demandas del principio del placer pero por otro lado está también bajo el yugo de las demandas del principio del deber. En cambioTransformación de un individuo interpretada como proceso de autorrealización o como resultado de la tendencia a la mut... en la estructura psicótica sucede otra cosa, la persona que se ha estructurado bajo la denominación de la “psicosis” tiende a evadir la realidad, no le gusta; por lo tanto “crea” una realidad alterna: “No soy yo el malo, son ellos los que me persiguen”; su síntoma como un intento de re-equilibrio.
¿Cómo se relaciona el neurótico, el psicótico y el perverso con el “Otro”? ¿cuál es su posición existencial como ser-en-el-mundo? Tomemos de ejemplo el constructoPosición lógico-hipotética adoptada para prever una serie de fenómenos cuya realización no es observable, sino dedu... “demonio”. Para el neurótico los “demonios” con los que tiene que luchar son sus padres, su jefe, los compañeros de trabajo, la falta de dinero, la insatisfacción sexual, la obsesión; es decir, son demonios “simbolizados”, demonios que tienen que ver precisamente con eso que ocurrió en su infancia y retornan a su existencia representados en personas de carne y hueso en los que deposita las frustraciones que vivió en el allá y el entonces. Siguiendo con la misma alegoría, los demonios para el psicótico son demonios reales, demonios que lo persiguen. Demonios que existen y que atraviesan paredes, que se le aparece en su cuarto, nadie más lo ve, demonios que se esconden en sus botas, demonios que le susurran cosas al oído.
Tenemos pues que el constructoPosición lógico-hipotética adoptada para prever una serie de fenómenos cuya realización no es observable, sino dedu... denominado “demonio” es experimentado para el neurótico a través del simbolismo, en cambioTransformación de un individuo interpretada como proceso de autorrealización o como resultado de la tendencia a la mut... el demonio para el psicótico existe realmente. Sólo nos queda la estructura perversa: en el perverso el “demonio” es él mismo. El perverso como el demonio encarnado. El perverso es un “niño grandote” que no le pusieron reglas, normas, límites, no hubo un padre que lo castrara; ausencia de la figura paterna que le pusiera límites, que le castrara su deseoEl término, que en general se refiere a la búsqueda o a la intensa espera de cuanto se percibe como satisfactor de las..., el perverso goza por ese medio. Su goce es un goce infantil, goza como lo hiciera un infante sádico, mortificando la existencia del otro, saciando sus pulsiones perversas importándole solo él.
¿Cómo se relaciona cada persona dependiendo de su estructura con los fenómenos oníricos (el sueño)? El neurótico tiene una pesadilla y al despertar sabe que solo fue un mal sueño, o un sueño erótico que solo queda en eso, en sueño. El perverso lleva a cabo lo que el neurótico sueña. El psicótico vive en un sueño eterno en donde ángeles y demonios existen en su vida real.
O también podremos comprender la relación que tiene cada estructura de personalidad con el “Otro”, por ejemplo: se dice que el neurótico tropieza siempre con la misma piedra, de hecho el neurótico no solo tropieza con la misma piedra, él mismo la pone para tropezar con ella (compulsiónLa compulsión, denominada también coacción o constricción, indica una tendencia coercitiva e irracional que empuja a... a la repetición). La relación del perverso con la piedra sería una relación de feticheObjeto investido de significado simbólico con el cual generalmente se asocia un poder mágico o una fuerza espiritual. ...; tomaría a la piedra no para tropezar con ella sino para fetichizarla, sodomizarla, erotizarla, o buscar hasta por debajo de las piedras para ver con qué más gozar. El psicótico se pondría a platicar con la piedra.
Infancia es destino y allí se jugará gran parte de lo que el ser humano será en su vida adulta. Será desde allí como tomará decisiones, cómo se enfrentará a las situaciones cotidianas de la vida. Todo esto ha quedado troquelado en el inconsciente del ser humano y desde allí estará demandando ser reconocido. Intentará salir a la luz y por lo regular lo logra, pero ese “salir a la luz” lo hace a través de una máscara que denominamos síntoma y es precisamente ese síntoma lo que no permite al ser humano andar por la vida ligero de equipaje. El síntoma (depresiónLa depresión, o melancolía, es una alteración del tono del humor hacia formas de tristeza profunda, con reducción de..., ansiedad, estrésIntensa reacción emocional a una serie de estímulos externos que activan respuestas fisiológicas y psicológicas de n..., trastorno alimenticio, obsesiones, relaciones amorosas no sanas etc.) como manifestación de eso que incomoda, de eso de lo que se quiere hablar pero que la sociedad insiste en que se debe callar. El síntoma existe por algo, no se trata de simplemente modificarlo o callarlo, al contrario, hay que escucharlo, interpretarlo, traducirlo. El síntoma está allí por algo y el consultorio es el lugar idóneo para escuchar lo que tiene que decir a través de la propia palabra del paciente, del que sufre ese malestar que por lo regular se esconde detrás de un “No sé lo que me pasa”.
La psicoterapia como ese lugar idóneo en donde se puede escuchar el discurso del paciente y saber eso que está allí pero que por ser precisamente inconsciente no se sabe. Hablar ese sueño “perverso” que aterra, platicar de esos demonios simbolizados, comprender esa compulsiónLa compulsión, denominada también coacción o constricción, indica una tendencia coercitiva e irracional que empuja a... a la repetición que impulsa a poner la piedra para tropezar con ella. Descubrir la propia verdad, la propia constitución, la propia estructura de personalidad, aceptar de lo que estamos hechos y comenzar a construir la vida que se desea vivir.
Autor Carlos Arturo Moreno De la Rosa
Psicólogo (UANL) y Psicoterapeuta