Término introducido por W. Reich para indicar los procesos degenerativos a partir del bion, en el que se manifiesta la forma fija y estructurada de la energía, a diferencia del orgón (v.), en el que está en acción una forma móvil y vital.
La acumulación de pulsaciones no consecutivas, con el consiguiente estancamiento de la circulación energética visible en la sucesión de las contracciones no seguidas por expansiones, está en la base de numerosas enfermedades de naturaleza psicosomática (v., § 2) entre éstas el cáncer (v. bioenergética).