Expresión que se refiere a la teoría psicoanalítica freudiana que asume el falo como referencia de todas las pulsiones que, si no se orientaran hacia “la preminencia de la zona genital” (1905: 515), quedarían “como en la edad infantil, carentes de un centro” (1905: 537) y por lo tanto un estado “anárquico” y “polimorfo”.
Esto porque, escribe Freud, “…sus pulsiones parciales singulares aspiran a conseguir placer cada una por su cuenta, enteramente desconectadas entre sí. El punto de llegada del desarrollo lo constituye la vida sexual del adulto llamada normal; en ella, la consecución de placer se ha puesto al servicio de la función de reproducción, y las pulsiones parciales bajo el primado de una única zona erógena, han formado una organización sólida para el logro de la meta sexual de un objeto ajeno” (1905 [1976: 179]). Desembocar en la zona genital, que se centra en el falo, proporciona a las pulsiones el lugar y la dirección de los intercambios pulsionales suprimiendo toda ambivalencia que, cuando perdura, inscribe el comportamiento sexual en el ámbito de las desviaciones y de las perversiones (v. perversión).
BIBLIOGRAFÍA: Freud, S. (1905).