Técnica que desarrolló J.L. Moreno en los años veinte en el ámbito del psicodrama (v.) con el fin de hacer vivir al sujeto situaciones pasadas, presentes o futuras, no solamente narrándolas, como sucede con las tradicionales técnicas psicoterapéuticas, sino representándolas para favorecer la catarsis y la toma de conciencia.
La recitación permite repetir un acontecimiento pasado especialmente traumático para llegar a una conclusión menos dolorosa, así como interpretar numerosas variantes de una situación futura para prepararse a enfrentarla. Los individuos muy sensibles a las experiencias de grupo y dotados de una notable capacidad de dramatización son denominados por Moreno dramatogénicos.
BIBLIOGRAFÍA: Moreno, J.L. (1953).