Llamada también dismorfia, la dismorfoestesia es la sensación de ser especialmente feos, impresentables, repugnantes, deformes.
Puede presentarse en forma monosintomática, como en el período de la adolescencia, cuando la transformación de la pubertad puede ser rechazada por el individuo o vivida con una angustia más o menos marcada también por un repudio de la pubertad por parte de la familia, o en un cuadro de neurosis obsesiva o de esquizofrenia, en el que el rechazo del aspecto propio puede asumir caracteres fóbicos que perturban profundamente la manifestación de la personalidad. En estos casos se habla de dismorfofobia que, respecto a la dismorfoestesia de la adolescencia, que es una sensación transitoria, tiene rasgos más irreductibles.
BIBLIOGRAFÍA: Hay, G.G. (1970); Scachter, M. (1971)