Palabra griega que se deriva del verbo διαλε´γεσ− θαι, que significa “conversar con”, “razonar con”. En la historia del pensamiento occidental esta palabra asumió por lo menos tres significados: método de la división, lógica de lo probable, síntesis de los opuestos.
LA DIALÉCTICA COMO MÉTODO DE LA DIVISIÓN. La introdujo Platón y consiste en “dividir la idea en sus especies, siguiendo sus articulaciones naturales y evitando despedazar las partes como haría un trinchador inepto” (Fedro, 265, d). En esta acepción la dialéctica es el procedimiento que articula un género en sus especies (diéresis), o que recoge las diferentes especies en el género que las abarca todas (síntesis).
LA DIALÉCTICA COMO LÓGICA DE LO PROBABLE. La introdujo Aristóteles, para quien “los dialécticos tratan de realizar sus investigaciones partiendo de premisas probables” (Metafísica, 995, b). Y continúa: “Probable es lo que parece aceptable a todos o a casi todos” (Tópicos, I, 1, 100 b). En esta acepción la dialéctica es el procedimiento racional no demostrativo que se utiliza cuando, al no disponer de premisas verdaderas, se está obligado a partir de premisas compartidas y plausibles.
LA DIALÉCTICA COMO SÍNTESIS DE LOS OPUESTOS. La introdujo el idealismo alemán y en especial G.W.F. Hegel, para quien “dialéctica es que el negativo es al mismo tiempo también positivo, es decir, que lo que se contradice no se resuelve en el cero, en la nada abstracta, sino que se resuelve esencialmente sólo en la negación de su contenido particular, o lo que es lo mismo, que tal negación no es una negación cualquiera, sino la negación de la cosa determinada que se resuelve, y es por lo tanto negación determinada” (1812-1816: 36). Lo que lo negativo tiene de negativo es su limitación, su no relacionalidad. En la síntesis, tesis y antítesis encuentran su conciliación, porque encuentran su relación, que puede ser de completamiento o de exclusión. Como síntesis de los opuestos, K. Marx asumió la dialéctica para la lectura e interpretación de los procesos socioeconómicos.
PSICOANÁLISIS. El término dialéctica lo utilizó J. Lacan con la acepción hegeliana del reconocimiento del otro. Para Lacan “el deseo del hombre encuentra su sentido en el deseo del otro, no tanto porque el otro posea las llaves del objeto deseado, cuanto porque su primer objeto es el de ser reconocido por el otro” (1956: 261). Esta dialéctica que lleva al reconocimiento encuentra su expresión, para Lacan, en el lenguaje, en el que debe introducirse el deseo de expresarse. Sin embargo el lenguaje preexiste a cada sujeto y a su deseo y por lo tanto se constituye como el Otro (v., § 1), con lo que el deseo de cada cual debe entrar en una relación dialéctica (v. deseo, § 3). Posteriormente, cuando deba rendir cuentas del concepto freudiano de “inextinguibilidad del deseo inconsciente” y de la asimetría presente en la relación entre analista y analizando, asimetría que no permite ninguna relación dialéctica, Lacan abandonará el concepto de dialéctica para sustituirlo por el de estructura (v. antropología, § 3)
BIBLIOGRAFÍA: Aristóteles (1973); Hegel, G.W.F. (1812-1816); Lacan, J. (1956); Lacan, J. (1960); Marx, K. (1847); Marx, K., y F. Engels (1845- 1846); Platón (1973).