Término genérico utilizado en psicología clínica para indicar trastornos de naturaleza y entidad muy diferentes. Puede referirse tanto a disfunciones (v.) leves como a verdaderas enfermedades.
La mayor parte de las veces se utiliza en la acepción de desorden mental en presencia de trastornos de la conciencia (v., § 3), y de desórdenes del comportamiento respecto a las conductas desviadas, psicopáticas, toxicómanas, o caracterizadas de alguna manera por ausencia de inhibición (v. desinhibición) que, desde el punto de vista psicoanalítico, son lo opuesto de las conductas neuróticas, caracterizadas por exceso de inhibición.