Conducta hostil hacia la organización del grupo social de pertenencia, que se manifiesta con actividades que violan las reglas que presiden el orden vigente. No existen criterios objetivos de evaluación del grado de la conducta antisocial porque la medida depende del nivel moral y cultural de determinado grupo o población.
El psicoanálisis interpreta las conductas antisociales según estén determinadas por motivos conscientes, como en los delincuentes normales que siguen el ejemplo de un modelo criminal con ausencia de superyó y rasgos de psicopatía, o por motivos inconscientes particularmente activos en los delitos culposos, en los que no es patente la intención de matar. Asimismo, para el psicoanálisis la conducta antisocial debe considerarse en la misma proporción que los síntomas, de los que se diferencia por una mayor participación del yo. La psicología social llama a la conducta antisocial sociopatía abnorme, para diferenciarla de la sociopatía deficitaria, llamada también asocialidad, caracterizada por la incapacidad de crear relaciones sociales o de pertenencia en un grupo (v. psicología social, § 5). No es raro que la sociopatía deficitaria se traduzca en sociopatía abnorme por la constitución de grupos de delincuentes (v. delincuencia).
BIBLIOGRAFÍA: Argyle, M. (1976); Bertolini, E. (1971); Danziger, K. (1971).