Llamada también ira, la cólera, que debe distinguirse del odio (v.), es un estado emotivoafectivo caracterizado por una creciente excitación que se manifiesta de modo verbal y/o motor y que puede culminar en comportamientos agresivos y destructivos en la confrontación con objetos, con otras personas, e incluso con el individuo mismo.
En los niños hasta los 5 o 6 años las crisis de cólera son bastante frecuentes y contituyen una forma normal de oposición a los requerimientos y a las prohibiciones de los padres, o un instrumento de chantaje afectivo hacia ellos. Después de la primera infancia la perduración de las reacciones de cólera puede ser indicio de la existencia de trastornos de carácter afectivo. Según J. Breuer y S. Freud el aumento de la excitación que se verifica en la cólera con frecuencia se compensa mediante una descarga motriz, como por ejemplo un discurso, una acción o el llanto. Mientras algunas de tales reacciones pueden provocar un cambio de la situación, otras no tienen ninguna utilidad más que la de restablecer el equilibrio psíquico y hacer que la excitación vuelva al nivel inicial. En los casos en que sean inhibidos los comportamientos inmediatos de descarga motriz, escriben Breuer y Freud, “transportamos la excitación de la có- lera de la reacción adecuada a otra y nos sentimos aligerados cuando es consumida mediante alguna inervación motriz intensa” (1892-1895 [1976: 213-214]).
BIBLIOGRAFÍA: Freud, S. (1892-1895).