Limitación de los tipos de comportamiento que se manifiestan durante el desarrollo humano, por la cual se elige un comportamiento entre los muchos posibles. La elección se hace basándose en la mayor o menor idoneidad de un comportamiento para satisfacer determinadas pulsiones. Su reiteración determina el refuerzo o la consolidación. Este concepto, utilizado hoy casi exclusivamente para los problemas de socialización, lo acuñó P. Janet para indicar el tipo de descarga hacia la que se orienta, en su reflujo, una tensión.