Atención

Capacidad de seleccionar los estímulos y de poner en acción los mecanismos responsables del almacenaje de las informaciones en los depósitos de la memoria de corto y largo plazo con influencia directa en la eficiencia de las capacidades de respuesta en las tareas de vigilancia.

NEUROPSICOLOGÍA DE LA ATENCIÓN. Las estructuras neuronales que sustentan la atención son la formación reticular, el tálamo y el sistema límbico. El sistema reticular, además de una acción uniforme de vigilia, proporciona una regulación fina de la atención mediante una acción inhibidora sobre los sistemas sensoriales que se excitan simultáneamente, para permitir la selección de un estímulo especial cuyo significado para el organismo está definido por factores biológicos y biográficos. En condiciones de atención la activación de la corteza cerebral se caracteriza por un trazo electroencefalográfico desincronizado, con ondas irregulares de alta frecuencia y de baja amplitud, y por la ausencia de ritmos alfa, presentes en cambio en la vigilia relajada. Las reacciones fisiológicas que tienen lugar con el despertar de la atención reciben el nombre de reflejos de orientación; se encuentran tanto en los animales como en los hombres y se manifiestan con un movimiento somatopsíquico en el que el cuerpo se dirige a la fuente del estímulo mientras la conciencia se concentra en su significado, mandando a segundo término los sectores de la realidad que antes la habían ocupado. La repetición del estímulo reduce el reflejo de orientación porque sustituye al fenómeno de la habituación (v.), por lo que las neuronas de la atención cesan de funcionar aunque la señal del estímulo permanece sin variación. La atención conlleva siempre una supresión del movimiento espontáneo, dándole al organismo una apariencia de reposo vigilante. La mayor o menor facilidad de un estímulo sensorial para superar el mecanismo inhibidor y para despertar la atención está relacionada con la edad. El niño, por ejemplo, se distrae con suma facilidad y reacciona a cualquier estímulo de cierto nivel; conforme avanza la edad el sujeto aprende a usar la atención de modo más discriminatorio y a subordinar las otras actividades al dominio del sistema activo. Al respecto, escribe G. Benedetti, “se puede decir que la atención resulta de un desplazamiento del equilibrio entre acción e inhibición. Ese equilibrio móvil es uno de los modos de acción del sistema nervioso, porque sólo a través de la inhibición de innumerables estímulos irrelevantes provenientes del ambiente que bombardean al organismo, éste puede protegerse de excitaciones difusas, estériles y dispersoras; mientras sólo a través del mecanismo de la activación selectiva resulta posible una acción significativa del individuo en su ambiente” (1969: 164-165).

Compartir en Facebook
Compartir en Twitter
Compartir en WhatsApp
Enviar por Correo