Falta (ataxia) o insuficiencia (hipotaxia) de coordinación (v., § 2). En neuropsicología se indica con este término un trastorno en la coordinación de los movimientos voluntarios, que no conlleva necesariamente la pérdida de la contractilidad muscular.
Resultan comprometidos la posibilidad de aferrar un objeto, la sucesión de los movimientos, el equilibrio del tronco y de las extremidades en determinadas posiciones. Los movimientos atáxicos son torpes, a saltos, incontrolados. Una forma específica de ataxia es la ataxia óptica, que no permite la coordinación entre gesto y mirada, por lo que el sujeto orienta mal su gesto porque no utiliza la información visual correctamente percibida.