El apego inseguro surge cuando el niño no recibe de forma consistente la protección, disponibilidad y cuidado emocional de sus figuras primarias. Esto provoca que desarrolle estrategias de relación caracterizadas por la ansiedad, la evitación o la ambivalencia.
Existen tres formas principales:
- Apego ansioso-ambivalente: el niño percibe a los cuidadores como impredecibles, generando intensa necesidad de cercanía mezclada con temor al rechazo.
- Apego evitativo: se desarrolla cuando las figuras de apego son frías o rechazantes; el niño aprende a minimizar la expresión de sus necesidades para evitar el dolor del rechazo.
- Apego desorganizado: asociado a experiencias tempranas de trauma o negligencia; combina conductas contradictorias (acercamiento y huida), con alta vulnerabilidad emocional.
En la adultez, el apego inseguro se refleja en relaciones marcadas por miedo al abandono, dificultades en la confianza, patrones de dependencia o evitación afectiva, y baja regulación emocional.
📚 Referencias: Bowlby, J. (1969, 1973, 1980); Ainsworth, M.D.S. et al. (1978); Main, M. & Solomon, J. (1990).
¿Quieres que en cada entrada también te modele una aplicación clínica (ejemplo: cómo se trabaja el apego inseguro en ACT o TCC), o prefieres mantenerlo solo como diccionario teórico?