Fobia por los espacios abiertos. La ansiedad que surge cuando se intenta salir de la casa sin compañía puede ser leve o llegar a verdaderas crisis de pánico capaces de acarrear desmayos, sensaciones de vértigo y, en ocasiones, pérdida del control de esfínteres.
Estos síntomas se reducen o desaparecen sin más cuando se es acompañado por una persona de confianza pero por la cual el agorafóbico nutre sentimientos ambivalentes. La agorafobia, más frecuente en las mujeres que en los hombres, que surge entre los 15 y los 35 años, tiende a empeorar durante los períodos de depresión y a atenuarse en la edad avanzada, aunque la tendencia a la cronicidad es frecuente. Según S. Freud la agorafobia esconde fantasías relacionadas con el exhibicionismo o con los deseos de entregarse sexualmente que surgen de modo más fácil cuando el sujeto se encuentra al aire libre, donde la presencia de los otros estimula estos deseos inconscientes. Según H. Deutsch la relación con el acompañante tiene todas las características de la relación edípica.
BIBLIOGRAFÍA: Deutsch, H. (1928); Freud, S. (1894).