Agnosia

Incapacidad de distinguir un objeto presentado a la percepción, no obstante que las funciones sensoriales periféricas estén íntegras y no intervengan trastornos de la atención o de la conciencia.

La agnosia aparece en presencia de lesiones que afectan las zonas asociativas temporoparioccipitales de ambos hemisferios; cuando se asocia con trastornos de actividad gestual (v. apraxia) toma el nombre de apratognosia (v.), mientras que cuando afecta la percepción del propio cuerpo toma el nombre de somatoagnosia (v.). Según el tipo de sensibilidad afectada o del objeto específico no reconocido se distinguen:
1] Agnosia espacio-visual, que abarca la orientación, la exploración y la incapacidad de reconstruir, a partir de elementos conocidos, una estructura topográfica. Este tipo de agnosia, que puede ser total, o unilateral cuando se manifiesta exclusivamente en un hemiespacio visual, es una de las más discutidas, porque los trastornos pueden encuadrarse en premisas teóricas diversas, como la psicología asociativa (v. asociacionismo), la psicología de la forma (v.), la fenomenología (v.), de las que se obtienen métodos de investigación y conclusión diferentes.
2] Agnosia acústica, la incapacidad de reconocer ruidos y sonidos debido a lesiones temporales bilaterales. Si la lesión abarca el hemisferio izquierdo se producen errores en la identificación del ruido o del sonido, si afecta al derecho se producen errores en la diferenciación de ruidos y sonidos.
3] Agnosia táctil, la incapacidad de reconocer las características de un objeto sirviéndose exclusivamente del tacto y sin la ayuda de otras informaciones. El trastorno tiene repercusiones en la ejecución gestual (v. apraxia).
4] Prosopoagnosia o agnosia de fisonomías, la incapacidad de reconocer personas conocidas y, en los casos más graves, también la propia imagen en el espejo. Esta falta de reconocimiento finaliza en cuanto se comienza a hablar, porque la voz y la entonación siguen siendo familiares. El trastorno puede depender de una lesión retro-rolándica derecha, que implicaría una desorganización de las conexiones cerebrales relativas a las experiencias visuales normalmente utilizadas para la identificación de los seres que conocemos, o de mecanismos psicopatológicos de carácter relacional, como sucede en algunos psicóticos y en ocasiones en los histéricos.
5] Agnosia de los colores, incapacidad de reconocer los colores en sujetos que antes de que apareciera la enfermedad los identificaban perfectamente. El trastorno puede ser total o afectar un solo hemicampo visual (v. color, § 3).
6] Ceguera cortical, debida a una lesión occipital bilateral, que permite al sujeto ver sólo los objetos colocados exactamente frente a él. Dichos sujetos con frecuencia ignoran su ceguera, y aunque retienen bien la información verbal, son incapaces de registrar y de evocar información visual.
BIBLIOGRAFÍA: Bay, E. (1950); Goldstein, K. y A. Gelb (1920); Lange, J. (1936); Merleau-Ponty, M. (1945); Milán, Il Saggiatore (1972); Teuber, H.L. (1966).

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