Abulia

El término, de origen griego, significa falta de voluntad (privativa, voluntad) y se refiere, o bien a un trastorno de la actividad intencional, por lo que el individuo se muestra incapaz de decidir aun cuando se trate de elecciones de escasa importancia, o a una alteración de la motivación, por lo que el individuo no es capaz de iniciar o de continuar una acción aun cuando ésta es deseada.

La abulia en sentido estricto es rara y, salvo pocas excepciones, se manifiesta generalmente en las formas catatónicas de la esquizofrenia (v. catatonia). Más frecuente que la falta completa de la voluntad es una reducción o debilitamiento, definida con el término hipobulia. La abulia que ataca la capacidad de decisión y de realización también se llama apraxia (v.), mientras que aquella que ataca las capacidades intelectuales se llama aprosexia (v. atención, § 4, d).
El significado de la abulia debe buscarse en una reacción psicológica ante frustraciones afectivas, sobre todo en el ambiente familiar, o frente a tratos educativos inadecuados, como por ejemplo el hastío provocado por una actividad escolar aburrida y no activa. En cambio, cuando aparece como síntoma en los estados depresivos, va acompañada de ansiedad. La abulia fue estudiada por P. Janet, que la definió como “alteración de los fenómenos a través de los cuales se manifiesta la voluntad” (1903); por E. Bleuler, que la atribuyó a la ambivalencia que caracteriza a los conflictos internos y a las inhibiciones en determinadas formas obsesivas; por S. Freud, que la encontró en los casos de histeria, y por E. Kretschmer, que la incluyó entre los “fenómenos de la falta de espontaneidad”.
BIBLIOGRAFÍA: Bleuler, E. (1911-1960); Freud, S. (1892-1895); Janet, P. (1903); Keller, W. (1954); Kretschmer, E. (1922); Ricœur, P. (1949-1960).

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