Mecanismo que cumple con la función de satisfacer un deseo reprimido mediante una forma sucedánea sustituta. S. Freud enumera, entre las formaciones sustitutivas, los actos fallidos, los lapsus y los chistes.
Aquí el contenido reprimido, que aflora en el síntoma, permite registrar un conflicto en el que la tendencia a satisfacer el deseo superó a la defensa. En este desplazamiento de la libido los síntomas se pueden remontar a un mecanismo económico que permite una satisfacción sustitutiva del deseo inconsciente. El intercambio entre los dos términos no es casual, sino que se apoya en la existencia de un nexo simbólico entre el deseo original y su sucedáneo, que se manifiesta en el síntoma. En cuanto deja entrever el deseo, la formación sustitutiva debe diferenciarse de la formación reactiva (v.) donde destaca la defensa.
BIBLIOGRAFÍA: Freud, S. (1894); Freud, S. (1925).