Placer sexual que se obtiene viendo (del griego σℵοπεω´ ) las actividades y los órganos sexuales de otra persona (escopofilia activa), o los propios (autoescopofilia).
La escopofilia denominada también voyerismo, es concomitante del exhibicionismo (v.), es decir el placer de ser vistos, como el sadismo lo es del masoquismo. Según S. Freud se trata de una pulsión parcial no integrada y por lo tanto no gobernada por la primacía de la genitalidad (v. genital, § 2) por lo que, en el acto sexual, los elementos voyeristas tienen primacía respecto a los propiamente genitales. Si se sublima, la escopofilia puede traducirse en curiosidad intelectual (v. curiosidad).
BIBLIOGRAFÍA: Freud, S. (1905)