Expresión que introdujo C.G. Jung como equivalente femenino del complejo de Edipo (v.) formulado por S. Freud, para mostrar simetría en los dos sexos en la actitud relacionada con los padres. Escribe Jung: “Con los años en la niña se desarrolla la inclinación específica por el padre y la correspondiente actitud de celos hacia la madre.
Esto se podría definir como el ‘complejo de Electra’. Electra, como es conocido, se vengó de su madre Clitemnestra por asesinar a su marido, privando a Electra de su amado padre” (1913: 175). Freud se niega a introducir este complejo en la teoría psiconalítica: “Ya hemos discernido otra diferencia entre los sexos en su relación con el complejo de Edipo. Aquí tenemos la impresión de que nuestros enunciados sobre el complejo de Edipo sólo se adecuan en términos estrictos al niño varón, y que acertamos rechazando la designación ‘complejo de Electra’, que pretende destacar la analogía en la conducta de ambos sexos. El inevitable destino del vínculo de simultáneo amor a uno de los progenitores y odio al rival se establece sólo para el niño varón” (1931 [1976: 230-231). El rechazo freudiano de la simetría de los sexos depende de su incompatibilidad con las otras posiciones adoptadas por Freud acerca de la sexualidad infantil, específicamente los diferentes efectos del complejo de castración (v.) para cada sexo, la importancia del vínculo preedípico de la niña hacia la madre y la prevalencia del falo para ambos sexos.
BIBLIOGRAFÍA: Freud, S. (1931); Jung, C.G. (1913).