Pérdida del sentido de la realidad y del contacto que normalmente cada quien tiene con su propia experiencia entre las cosas y las personas de su entorno. La desrealización, frecuente en las esquizofrenias, a veces se acompaña de despersonalización (v. persona, § 1 y escisión), en la que el individuo ya no se percibe a sí mismo como presente en la vida cotidiana y como interactuante con sus semejantes.
Las experiencias de desrealización tienen carácter episódico y pueden surgir también en personas normales en condiciones de fatiga profunda. La desrealización debe diferenciarse del desreísmo, condición mental en la que se ignoran las leyes de la ló- gica y las conexiones naturales (v. pensamiento, § III). Esto determina falta de armonía con los datos de la realidad, según el modelo del pensamiento mágico (v. magia), que espera la solución de los problemas no por la secuencia de los nexos causales sino por fórmulas, gestos, ritos.