Denegación

Mecanismo de defensa con el que el sujeto se niega a reconocer experiencias dolorosas, impulsos, datos de la realidad o aspectos de sí. 

Freud, quien introdujo el término, lo utilizó para indicar la renuencia del sujeto para reconocer la percepción traumatizante que consiste en la falta de pene en la niña: “Es notoria su reacción frente a las primeras impresiones de falta del pene. Desconocen esa falta; creen ver un miembro a pesar de todo; cohonestas la contradicción entre observación y prejuicio mediante el subterfugio de que aún sería pequeño y ya va a crecer, y después, poco a poco, llegan a la conclusión, afectivamente sustantiva, de que sin duda estuvo presente y luego fue removido” (1923 [1976: 147). Este proceso, escribe Freud, “…que me gustaría designar desmentida, que en la vida anímica infantil no es ni raro ni muy peligroso pero que en el adulto llevaría a una psicosis. La niñita se rehusa a aceptar el hecho de su castración, se afirma y acaricia la convicción de que empero posee un pene, y se ve compelida a comportarse en lo sucesivo como si fuera un varón” (1925 [1976: 271-272). Más tarde el concepto de denegación se hizo extensivo a todas las percepciones dolorosas que, contrastando con el principio del placer (v., § 1), llevan a no reconocer la realidad o a transformarla alucinatoriamente para satisfacer el deseo. Freud ve en la negación el origen de la escisión del yo (v. escisión, § II, 2).

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