Miedo a los lugares cerrados o con mucha gente, como elevadores, tiendas, vagones de metro, cabinas telefónicas y demás. En algunos casos prevalece la sensación de sofocación y opresión, en otros la de ser encerrados o aprisionados. La claustrofobia y las reacciones que a ésta se asocian remiten filogenéticamente a las respuestas de terror típicas de los animales puestos en una situación en la que no existe posibilidad de fuga.
Desde el punto de vista psicoanalítico, según O. Fenichel la claustrofobia puede ser interpretada como la expresión deformada de un impulso sexual o agresivo cuya manifestación directa está inhibida, o como un castigo dirigido a ese mismo impulso.
BIBLIOGRAFÍA: Fenichel, O. (1945)