Condición psicológica caracterizada por fases o ciclos en los que el humor (en griego θυµóζ) es alternativamente deprimido (v. depresión) o maniaco (v. manía). La alternancia puede intercalarse con un período de diferente duración donde el tono del humor es normal.
1] PSIQUIATRÍA. El término lo introdujo E. Kraepelin, quien distinguió las psicosis endógenas (v. endógeno-exógeno) en dos grupos: la dementia praecox, que después E. Bleuler rebautizó esquizofrenia (v.), y la psicosis ciclotímica o psicosis maniaco-depresiva, que es una patología del humor caracterizada por la alternancia de tonalidad depresiva y eufórica, conocida también como psicosis circular o distimia (v.) bipolar. Estas distintas denominaciones dependen del ritmo de los ciclos, que permite diferenciar la forma doble, donde una fase maniaca se traduce sin interrupción en una depresiva, a la que sigue un período de bienestar en el que se inicia un nuevo episodio; la alternante, en la que los episodios depresivos y maniacos están separados por períodos de normalidad; la circular, en la que existe una sucesión ininterrumpida y alternada de las dos fases. Por lo que concierne a los modelos interpretativos, en el ámbito psiquiátrico los más aceptados son el modelo biológico, que hace referencia a una predisposición genética hereditaria que debe buscarse en una descompensación metabólica de los neurotrasmisores cerebrales, o bien en los aspectos endocrinológicos y bioquímicos con especial referencia al metabolismo de las catecolaminas, y el modelo psicosocial, que hace referencia a repetidas frustraciones, pérdida de una figura significativa, sobre todo en la infancia y en la pubertad, fracasos continuos en la vida escolar y laboral, elevados niveles de aspiración social, personal y semejantes.
2] PSICOANÁLISIS. En este ámbito la depresión se interpreta como una respuesta a la pérdida de un objeto que puede ser real o imaginario, pero que está introyectado, del cual el sujeto se lamenta o se culpa (v. depresión, § 3, d), y la manía como una compensación antidepresiva para negar la pérdida y la culpa. La diferencia entre psicosis y neurosis reside en el diferente grado de regresión, de estructuración del yo, y en la cantidad de las angustias depresivas. M. Klein ha hecho importantes contribuciones en esta dirección; para ella la ciclotimia depende del rechazo a ver coexistir en la misma persona o situación los aspectos “buenos” y “malos”, con la consiguiente escisión y tendencia a vivir sólo los aspectos negativos (depresión) o sólo los positivos (manía). La aceptación de los dos aspectos como complementarios es la condición para la superación de la posición depresiva (v. kleiniana, teoría, § 1, 2). Desde otro punto de vista O. Fenichel interpreta la ciclotimia como una forma de fijación en la fase oral (v.), ritmada por el ciclo saciedad y hambre, porque “el alternarse del hambre y la saciedad –escribe Fenichel– está indeleblemente impreso en la memoria. Toda ulterior alternancia de placer y de dolor se percibe como si siguiera el modelo de aquel recuerdo. Según este modelo, el placer se espera después de cualquier dolor, y el dolor después de cualquier placer. Y de esta manera se forma la idea primitiva de que cualquier sufrimiento implica el privilegio de una alegría compensatoria, y cualquier castigo permite el pecado sucesivo. El castigo y la pérdida del amor de los padres se percibía de manera análoga al hambre, y la absolución de manera análoga a la saciedad. Después que los padres fueron introyectados, el yo repite intrapsí- quicamente el mismo modelo respecto al superyó. En las depresiones el yo ya no se siente amado por el superyó; fue abandonado, sus deseos orales no se realizaron. En la manía, la unión oral con el superyó que concede el perdón se restablece” (1945: 461).
3] TIPOLOGÍA. E. Kretschmer identificó en el ciclotímico uno de los tres tipos constitucionales (los otros dos son el esquizotímico y el viscoso), caracterizado en el plano físico por la constitución pícnica, baja y tosca, y en el plano del temperamento por alternancias del humor (v. tipología, § 1, b).
BIBLIOGRAFÍA: Binswanger, L. (1960); Fenichel, O. (1945); Freud, S. (1915); Freud, S. (1923); Klein, M. (1978)