Catarsis

El término, del griego χαϑαςσιζ ´ , que significa “purificación”, indica la liberación del individuo de una contaminación o “miasma” que daña o corrompe la naturaleza del hombre. Se conocen diferentes formas de catarsis, cada una de las cuales asigna a la palabra un significado especial.

Identificaremos entonces: 1] la catarsis médica, de la que habla Hipócrates refiriéndose a la evacuación de humores patógenos y de excrementos, que puede ser natural, como el sangrado menstrual, o artificial cuando es inducida por eméticos o purgantes; 2] la catarsis mágica en los ritos sacrificiales con presencia de chivos expiatorios (v. chivo expiatorio) y en las ceremonias de purificación a que se someten los candidatos a las iniciaciones místicas; 3] la catarsis ético-religiosa presente en las creencias órficas y que describe Empédocles como forma de purificación que hace salir al hombre del ciclo de los nacimientos en las reencarnaciones para llevarlo a la morada de los dioses, liberado de los “humanos dolores”. A la catarsis órfica se remonta Platón para crear; 4] la catarsis filosófica, como progresiva separación del alma y del cuerpo, porque “mientras tengamos nuestro cuerpo, y nuestra alma esté sumida en esta corrupción, jamás poseeremos el objeto de nuestros deseos; es decir, la verdad” (Fedón, 67 a); 5] La catarsis estética, que trató Aristóteles, conserva en cambio el significado médico de purificación mediante el arte trágico y el arte musical que, acercando al espectador a sus propias pasiones (catarsis de los sentimientos), le produce la purificación (catarsis por los sentimientos) mediante su expresión en la ficción escénica, más que en la realidad. De esta manera la catarsis estética se combina con la dimensión ética de la catarsis, y esta conjunción será confirmada por el neoplatonismo de Giamblico, para quien con la catarsis “las pasiones, purificadas, reposan”, y de Proclo, para el cual “las purificaciones ya no consisten en excesos, sino en modestas y variadas activaciones”. En la edad romántica regresa el significado estético de la purificación del arte con J.W. Goethe, J.C.F. Schiller y A. Schopenhauer, para quienes el arte es una vía de liberación de la voluntad irracional y de la “ciega pulsión” que la recorre.

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