Consideración que un individuo tiene de sí mismo. Diversos estudios han demostrado que la autoestima se mantiene constante y es difícil modificarla aunque las pruebas objetivas desmientan la concepción subjetiva que el individuo tiene de sí.
Desde el punto de vista psicoanalítico la autoestima se explica como un apoyo de naturaleza narcisista que el yo recibe del superyó, por lo que el sujeto no teme castigos o reproches. La autoestima disminuye en los estados de depresión, en los que el individuo se desprecia y se autodevalúa, mientras aumenta en los estados maniacos, en los que se presenta una hipertrofia del sujeto respecto al mundo circundante. La autoevaluación que está en la base de la autoestima puede expresarse como sobrevaluación o como autodevaluación o subvaluación por una consideración errónea que cada quien puede tener de sí mismo respecto a los otros o a la situación en la que actúa. Las dinámicas subyacentes a la oscilación de la evaluación que uno tiene de sí mismo están expuestas en la voz ello y en la voz compensación.